sábado, 1 de septiembre de 2018




LAS SILLAS VOLADORAS

Cambios de dirección y movimiento, ciclos que se repiten, paradojas que aumentan la adrenalina. Los niños y no tan niños se agarran a las cadenas de hierro, las que les hacen sentir libres a pesar del incontrolado vaivén. El atrapamiento no les impide estar en el aire, en un juego de planos inclinados, siempre en posiciones sucesivas desde las que poder observarlo todo. Quienes parecen títeres se miran regalándose sonrisas; solo así pueden ejercer el control que tanto desean. No importa dónde vayan. Protegidos por una bóveda de emociones, disfrutan sin llegar a tocarse, a través de la cuerda mágica de la empatía.

Saben que, al fin y al cabo, todo es un juego. Nuevas caras aparecerán entre la multitud, entregarán su ficha, tomarán el relevo y disfrutarán por unos minutos en la batidora que les permitirá depurar aquello que no quieren. Se quedarán con la activación residual, con el metabolismo emocional que tendrán que interpretar. Cerebro de detective, corazón de artista: se dan la mano como dos viejos enemigos íntimos que se necesitan.

Período y frecuencia, lineal y angular, empiezan a sonar como conceptos familiares. Ya no son aquellas palabras oscuras del libro de física. Tras participar en una simulación, los visitantes vuelven a disfrutar de la realidad. No necesitarán ya más máquinas que su voluntad para volar.

domingo, 22 de julio de 2018

RESEÑA DE "NUEVE DÍAS DE ABRIL" DE JORDI SIERRA I FABRA

Nueve días de abril


Estamos en Barcelona en los años 50. Cuando encuentran el cadáver del diplomático de la embajada española en Estados Unidos Gilberto Fernández, la policía tiene claro que ha sido Agustín Fernández, que aparece ha su lado. Sin embargo, Mascarell, un viejo amigo de su padre, confía en su inocencia, por lo que decide emprender una búsqueda tan arriesgada como innecesaria. Expresidiario republicano y policía retirado en tiempos franquistas al que nadie pide la placa, aprovecha su credibilidad para .sonsacar información allá donde puede. La posibilidad de un crimen pasional, los enredos familiares y los motivos políticos que podrían dar lugar a semejante crimen son las hipótesis que el antihéroe baraja.
La forma en que Sierra i Fabra trata un tema serio con un lenguaje sencillo y grandes dosis de humor e ironía, el realismo de las escenas cotidianas de Miquel con su esposa, con quien tiene una mercería en la zona y el retrato fiel de la sociedad de la época y del régimen a través de los personajes secundarios hacen de esta una obra divertida y recomendable, aun cuando no se hayan leído el resto de libros que componen la saga.
El autor catalán tiene la friolera de 500 libros escritos tocando todos los géneros y es el creador de una fundación que lleva su nombre en Colombia y con la cual fomenta la lectura y la escritura entre niños de dicho país.
Sus talleres literarios y conferencias en internet me han ayudado a reavivar mi pasión por la escritura, por escribir sobre muchos temas, sin pelos en la lengua, sin complejos y sin miedo al papel en blanco, a salir de mis tonos o enfoques habituales o a lo que pensarán los demás. Es todo un ejemplo a seguir en este sentido. Pronto le daré una oportunidad a otros títulos suyos que escribe para gente de todas las edades.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Revelación


Revelación



Os juro que una noche

soñé con Alejandra Pizzarnik,

que con su voz penetrante

me habló de su silencio y de su jaula.

Fue en un enorme jardín a plena

luz del día.

Ella vestía de gris,

yo acepté su consejo

como llave que me abriera

las puertas invisibles de lo desconocido.

Otro día, ya soñando despierto,

Se me apareció Horacio,

me recomendó que desconfiase del mañana,

y Shakespeare vino a enseñarme

donde están la grandeza y los instintos subterráneos,

y cómo siendo estos opuestos son iguales.

Hablé con Blas de Otero

sobre un dios que no existe

y abraza a los escépticos,

bailé con Maya Angelou,

conversamos sobre la discriminación

y el espíritu del tiempo en que vivimos.

No me olvido de Epicuro,

ni de la temporada en el infierno

que pasé con Rimbaud.

Me acuerdo de Walt Whitman

cada vez que limpio la suela de un zapato,

y con Margaret Atwood

discuto sobre la corta distancia entre la guerra y el amor.

Y, sin embargo, sé bien que lo fugaz

es requisito de lo eterno,

que es difícil saber

cuándo se empieza a perder lo que nunca se tuvo.

Una noche Alejandra

me habló de soledad y de silencio,

y desde entonces no he vuelto a ser el mismo.

sábado, 5 de noviembre de 2016

REDRESS


REDRESS

For the true grit in dunes of sand
a daily birth when there’s no sun to worship,
loose ends
as loose fitting memories of a life untold
I want to be your staircase
The cry sidestepping the horizon

To turn the page
to turn the page
among white sheets
further development
through gentle rolling hills
till the roughcast foam comes home
drenched in us
Each day renewed and stronger.

Jorge S.L.

REPARACIÓN

Por una  mota en las dunas
cada día un parto cuando no hay sol al que adorar
cabos sueltos
como holgados recuerdos de una vida incalculable
yo quiero ser tu escalera
el alarido que esquiva el horizonte 

Pasar página
pasar página
entre sábanas blancas
desarrollo ulterior
sobre suaves colinas onduladas
hasta que la áspera espuma vuelva a casa
empapada en nosotros,
renovada y más fuerte cada día. 

viernes, 19 de junio de 2015

Publicación de Aire y ángeles de John Donne







Publicación de Aire y ángeles de John Donne 

Traducido por Jorge Sánchez López

Publicado por Editorial Celesta 

John Donne (1572-1631) nació en Londres, en el seno de una familia católica. Tras estudiar leyes, fue elegido secretario de Sir Thomas Egerton, con cuya hija se casó en secreto. Cuando fue descubierto pasó un tiempo en prisión, y posteriormente trató de ganarse la vida como abogado. Sus logros literarios de esta época incluyen Poemas Divinos (1607) y Biothanatos (1608), un trabajo sobre el derecho a elegir la propia muerte. En 1615 se ordenó sacerdote anglicano y seis años después fue nombrado deán de la catedral de San Pablo. Entre sus obras en prosa se encuentran Devociones para ocasiones emergentes (1624) y, ya póstumos, Cincuenta sermones (1649) y Paradojas, problemas, ensayos y personajes (1652). Sus poemas fueron publicados después de su muerte en una edición preparada por su hijo en 1633. Proponen una ruptura de los tópicos amorosos gracias al uso del ingenio y de imágenes y metáforas extendidas tomadas del arte, la filosofía y la religión, que suponen un reto para el lector.

viernes, 10 de abril de 2015

LOS POETAS SON HIJOS DE UNA HERIDA

Porque no tengo ningún recuerdo frío en la nevera,
y las ramas de la dignidad no están donde yo las dejé,
y aun así podríamos hacer un río de gelatina,
pero esta tarde es mejor que todo fluya,
y las hojas se han manchado de esta forma tan mía de no matar.
Y es así como el blues nació, y una frente arrugada se convirtió en un verso,
un abismo se llenó de escarcha y de placer, por ese afán tan nuestro
de caminar sin prisa, y el sol brilló por fin cuando queríamos lluvia,
pero somos felices con una canasta de palabras dulces.
Así es como nació el blues, por no hacer una brecha en una ciega confianza,
como un compromiso por escrito de cumplir menos años que deseos,
y un fugaz adjetivo se hizo sombra.
Esta tarde ha nacido el blues de una garganta inquieta,
y el granizo será para nosotros, pero dame primero una mirada.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Cuando era más joven podía recordar todo, hubiera sucedido o no.
Mark Twain


Todavía suelo ver, cuando la tarde acecha, alguna película de esas de adolescentes
que por supuesto quieren ser como sus padres, que aprenden a ser hombres buscando una manera de brillar sin malicia, que viven en hogares que sufren tempestades y celebran la moratoria de un futuro marchito. Ellos saben amar cuando es invierno, y yo entonces rebobino la cinta de mi mente, y me visto de todos y ninguno.
Acaso soy, también, un proyecto en su fase inicial en otra vida, la de una pantalla que se ha vuelto tan familiar y tan extrañamente interna; pero estoy solo en medio  de esta sala iluminada, observando los últimos vasos de cerveza que quedaron vacíos anoche en la memoria, y me visto de algunos valientes que me encuentro, que quedarían muy bien en la primera capa de mi piel, o en las páginas de mi último relato.  Y aunque nunca les digo una palabra, confío en que este silencio hable a través de mis ojos, y solo espero a que el hielo se derrita, y me diga que adolezco también de identidades, pero que no he perdido el tren en la nublada estación de la costumbre.