viernes, 7 de junio de 2013

EL TIEMPO DE LA ALAMEDA


El privilegio es vivir en el centro punzado
por la paz de los límites que nunca se aprecian,
aunque pinchen los cuerpos, misterios de la llaga;
el río brota  iluso de tu rostro, el verbo
sin embargo se retuerce, descubre su patria
cuando sirve de preludio al beso que se intuye.
¿Quién nos dará el permiso para hablar de nobleza?
El gozo y el lamento, se mezclan bajo sombras.


3 comentarios:

  1. Tiene un ritmo muy agradable. Hace pensar en un instante idílico bajo los álamos, aunque no exento de lo amargo de la vida.
    Me queda la duda en la palabra "yaga". Saludos.

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  2. Disuclpen el error, debí escribir "llaga". Sin embargo, es curioso notar cómo "yaga" es, junto a "yazga" o "yazca", una de las tres posibilidades para conjugar el presente de subjuntivo del verbo "yacer", que significa de hecho "estar tumbado", ya sea en el sentido sexual o de la muerte. Debió de ser el inconsciente.

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  3. Jorge, un placer la lectura. Tengo ganas de hacerme con tu poemario. Ahora ando de mudanza y estoy para variar falto de tiempo y espacio, pero en breve efectuo mis intenciones para deleitarme.
    Un saludo

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