sábado, 6 de abril de 2013

LA CUERDA QUE FALTA



LA CUERDA QUE FALTA

La voz sería profeta de la dicha, la ansiedad y el pesar, con sus primarios tres colores.
Si algo pudiera salvarse de nuestra realidad, quedarían estos regalos, dados a sus corporaciones por el director de una sinfonía de altura, que maneja nuestra música como una cometa. Ojalá las palabras, cortadas de la cuerda  que rompe el absoluto silencio, persistieran, despidiendo a su maestro el áspero papel. La roja tinta rugiente, la cuerda trémula, fingirían ser arquitectos de un mundo ilógico, creando ropa tendida en forma de lamentos fonológicos. ¡Oh, el habla, una bandada, letras y un visón de oración, intentando comprimir este dolor! Una sección entera del cielo en bancarrota y no más odio, penitencia ni superstición. Tres colores, dos cuerdas vocales y un grito universal.




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