Repasamos hoy este libro de un autor de novela negra. Una de sus características originales es la utilización de una agente de policía transexual, que cuenta en su equipo con varias mujeres, incluyendo la traductora y la forense, como recurso para explorar sus relaciones profesionales y de poder entre ellas y con los hombres.
La otra novedad es que las víctimas son chicas japonesas relacionadas con una asociación de personas asexuales y con tendencias depresivas, lo que ayuda al autor a crear un nivel de tensión dramática para ir dando falsas pistas sobre quién puede ser el asesino. Esta estructura recuerda a la autora Patricia Highsmith, una maestra del suspense.
La acción transcurre en el centro de Madrid, entre grupos de turistas y residentes, por lo que los lectores que conocen la ciudad pueden seguir la trama por sus calles, monumentos y edificios.
El estilo es directo, con diálogos ágiles y verosímiles y bajo el formato de novela policíaca hay también un toque de drama al analizar la vida familiar y sentimental de algunos de los policías. Una obra amena, de fácil lectura y con buena técnica.
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