viernes, 19 de junio de 2015

Publicación de Aire y ángeles de John Donne







Publicación de Aire y ángeles de John Donne 

Traducido por Jorge Sánchez López

Publicado por Editorial Celesta 

John Donne (1572-1631) nació en Londres, en el seno de una familia católica. Tras estudiar leyes, fue elegido secretario de Sir Thomas Egerton, con cuya hija se casó en secreto. Cuando fue descubierto pasó un tiempo en prisión, y posteriormente trató de ganarse la vida como abogado. Sus logros literarios de esta época incluyen Poemas Divinos (1607) y Biothanatos (1608), un trabajo sobre el derecho a elegir la propia muerte. En 1615 se ordenó sacerdote anglicano y seis años después fue nombrado deán de la catedral de San Pablo. Entre sus obras en prosa se encuentran Devociones para ocasiones emergentes (1624) y, ya póstumos, Cincuenta sermones (1649) y Paradojas, problemas, ensayos y personajes (1652). Sus poemas fueron publicados después de su muerte en una edición preparada por su hijo en 1633. Proponen una ruptura de los tópicos amorosos gracias al uso del ingenio y de imágenes y metáforas extendidas tomadas del arte, la filosofía y la religión, que suponen un reto para el lector.

viernes, 10 de abril de 2015

LOS POETAS SON HIJOS DE UNA HERIDA

Porque no tengo ningún recuerdo frío en la nevera,
y las ramas de la dignidad no están donde yo las dejé,
y aun así podríamos hacer un río de gelatina,
pero esta tarde es mejor que todo fluya,
y las hojas se han manchado de esta forma tan mía de no matar.
Y es así como el blues nació, y una frente arrugada se convirtió en un verso,
un abismo se llenó de escarcha y de placer, por ese afán tan nuestro
de caminar sin prisa, y el sol brilló por fin cuando queríamos lluvia,
pero somos felices con una canasta de palabras dulces.
Así es como nació el blues, por no hacer una brecha en una ciega confianza,
como un compromiso por escrito de cumplir menos años que deseos,
y un fugaz adjetivo se hizo sombra.
Esta tarde ha nacido el blues de una garganta inquieta,
y el granizo será para nosotros, pero dame primero una mirada.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Cuando era más joven podía recordar todo, hubiera sucedido o no.
Mark Twain


Todavía suelo ver, cuando la tarde acecha, alguna película de esas de adolescentes
que por supuesto quieren ser como sus padres, que aprenden a ser hombres buscando una manera de brillar sin malicia, que viven en hogares que sufren tempestades y celebran la moratoria de un futuro marchito. Ellos saben amar cuando es invierno, y yo entonces rebobino la cinta de mi mente, y me visto de todos y ninguno.
Acaso soy, también, un proyecto en su fase inicial en otra vida, la de una pantalla que se ha vuelto tan familiar y tan extrañamente interna; pero estoy solo en medio  de esta sala iluminada, observando los últimos vasos de cerveza que quedaron vacíos anoche en la memoria, y me visto de algunos valientes que me encuentro, que quedarían muy bien en la primera capa de mi piel, o en las páginas de mi último relato.  Y aunque nunca les digo una palabra, confío en que este silencio hable a través de mis ojos, y solo espero a que el hielo se derrita, y me diga que adolezco también de identidades, pero que no he perdido el tren en la nublada estación de la costumbre.

jueves, 1 de enero de 2015

"LA ANSIEDAD DEL ESCAPISTA" DE PEPE RAMOS


Hace poco llegó a mis manos este libro de Pepe Ramos. No puedo evitar imaginármelo con su sombrero presentando la jam de poesía del Vergüenza Ajena, diciendo «apaguen sus teléfonos móviles y guarden silencio porque aquí se va a desarrollar la gran historia del mundo». Así comienza la primera sección del poemario, «Las cosas por su nombre», con la ironía y la ambivalencia que implica considerar a la vez la pequeñez y la grandeza de la actividad de los que recitamos y escribimos poesía.
Esta parte va seguida de unos poemas de carácter autobiográfico bajo el epígrafe «la ansiedad del escapista», en los que el autor consigue expresar emociones mediante un «correlato objetivo», que diría T.S.Eliot, con una técnica consistente en emplear una sucesión de imágenes como si fueran diapositivas, llevando a veces dichas emociones  metafóricamente a un dominio menos abstracto, como en el poema «Cinética de la angustia»:
«Exterior día./Una carretera nueva y despejada./Ciento diez kilómetros por hora»...»Primer plano detalle del cinturón de seguridad totalmente tenso./Marco de la pupila reflejando el obstáculo congelado en su milésima más aterradora». La condensación del significado en pocas palabras es máxima en estos versos: «Una mariposa bate sus alas en Pekín/ y a mí me falta el aire». La seriedad del problema que presenta está de nuevo acompañada de una brevedad que puede recordar a la que a veces encontramos en los poemas de Ezra Pound.
Sorprendente en un poeta que demuestra constantemente en el libro que es capaz de reírse de sí mismo, algo que resulta evidente en «El ególatra o la insoportable vanidad del ser», poema con el que consigue arrancarme una  sonrisa con versos como «Que mi espejo es mi Viagra./Que tendría un hijo conmigo», y que a la vez emplea la sátira para criticar determinados vicios de la sociedad, como por ejemplo el consumismo en «Onirican Express»: «sueño que empujo carritos que levitan sobre la niebla,/con mostradores atendidos por ángeles». La pérdida de la intimidad con el uso de las redes sociales, el egoísmo y la pasividad ante la falta de derechos, así como la avaricia de ciertos tipos de personas, son también motivo de sus críticas, como se aprecia en «Plegaria para una pija». En otras ocasiones el objetivo parece ser simplemente el humor, como ocurre en «Declaración del pagafantas»: «Voy a quererte tan bien, tan bien,/ que si un día, por lo que sea,/me correspondes,/me das un disgusto».
Pepe afronta el tema del amor con lirismo en «Ausencia de ti nº24«, pero al mismo tiempo encuentra espacio para el humor, la expresión del absurdo de algunas relaciones amorosas y la rabia, elementos que traen a mi mente la sorpresa que produjo en mí hace ya tiempo leer a Catulo.
El poemario continúa con una exploración de la sexualidad en tono humorístico en la sección «hacia una genitalidad plena», para acabar con un poco más de crítica social y riéndose de sí mismo y de la vida mediante una sucesión de epigramas, esos pensamientos breves e ingeniosos, a veces burlescos, a veces satíricos o festivos, que también proceden de la Grecia clásica y que a lo largo de la historia de la literatura han empleado poetas como Jonathan Swift, Oscar Wilde y Ramón Gómez de la Serna en sus greguerías.
Pienso que «La ansiedad del escapista» ha sido un buen ejercicio poético, por lo que me atrevo a recomendarlo, y si no les gusta, hagan lo que dice el autor en «Rasca y gana»: «Siga probando,/hay miles de buenos poetas».



Pepe Ramos, Madrid 1971. Ha publicado los poemarios Samsara(Crepitus, 1998), La copa rota (Línea de fuego, 1999), Cinco formas de dar pena (Crepitus, 2002) y La ansiedad del escapista(Huacanamo, 2012 - La Competencia 2014). En narrativa ha publicado los libros colectivos Sobras incompletas (Vosa, 1995) yTres pájaros (Crepitus, 2001). Ha sido antologado en New spanish poetry (Nueva poesía española), Poemas para cruzar el desierto, Siete samurais, Agua: símbolo y memoria, Poesía para bacterias, El Tejedor en... Madrid, Polwysep w wierszu (Península en verso),Poesía en sidecar, Poesía en Los Jacintos, Esto no rima, Diez de diez, Ja! Museu Amor: poesía amorosa contemporánea.

Ha coordinado la antología de poesía madrileña Poesía Capital(Sial, 2008). Parte de su obra se ha traducido al inglés, al francés, al italiano y al polaco. Ha sido becado por la Fundación Rafael Alberti y representó a España en los primeros encuentros de Poesía Joven Europea (París 2004). Tiene un blog en el que recoge algunos de sus poemas: http://peperamosonline.blogspot.com.es. Ha trabajado entre otras muchas cosas como redactor de prensa, profesor de talleres literarios y guionista de videojuegos.
Por más que me persigan
las horas no admitidas,
los objetivos no cumplidos,
la doctrina ejemplar
de los emprendedores
y de los hombres rana.
Por más que nos señalen con el dedo,
que nos llamen canallas
y hagan arder rumores,
habrá siempre un lugar
para una declaración,
un cajón para el dolor
y para estos zapatos
mil diáfanos caminos.
Hay rutinas que matan,
hay dioses que no juegan limpio,
hay purgatorios muertos,
verdades hay contadas con los dedos de una mano.
Que no estamos aquí
para besar banderas,
que no hay crimen perfecto,
ni amor que sea más nuestro y menos suyo.
Entre sombras no vivas ni descanses,
la libertad es tuya,
solo mira en tu espalda.