EL CICLO VITAL
Antes de poder la pared
palpar siquiera, quiso conquistar su confianza. Sintió necesidad
de dar un paso, muriendo de
vergüenza. Tomó decisiones bajo
culpa, su extraña aliada; compitió en una selva de juicios y
reproches. Quiso saber quién era, tras
interpretar varios papeles, entre la confusión,
mientras forjaba su destino.
Buscó intimidad en su sofá y a
veces encontró la indiferencia, a veces le saludó el aislamiento. Generaba
muchas ideas, pues deseaba no estancarse
. Juntó los pedazos de su ser para no hacerse añicos y partió una mañana.
Ya nunca seremos como hoy, cuando
leas esto el mar lo habrá borrado y nuestras caras no serán entonces más que
sellos cada día distintos. Y al vivir el drama de cada momento, cuando sujeto y predicado se confundan, y cada choque se
confunda con la vida, ¡cuánto adorno
habrá anclado en la embajada de la nada!
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